El Mercado de Capitales y su efecto positivo en el Desarrollo
Económico de una Nación
Introducción
Es innegable que el Mercado de
Capitales juega un rol importante en el desarrollo económico de una nación.
Estructuras bien reguladas garantizan que el sistema financiero local pueda
invertir efectivamente el dinero de los ahorristas, atrayendo capitales
extranjeros toda vez que sus actores tendrían la oportunidad de negociar
títulos a un precio justo, con lo que se fomentan y financian iniciativas
empresariales de diversa índole. Un país que desarrolle un atractivo Mercado de
Capitals logrará un efecto positivo sobre su Producto Interno Bruto (PIB),
mejorando en general la economía de la nación.
Para que un Mercado de Capitales
sea eficiente se deberán desarrollar regulaciones que estandaricen las normas
contables de las empresas que desean participar, las instituciones deben
cumplir con estrictos controles de suficiencia de capital, establecer normas
contra la legitimación de capitales, la debida certificación de los individuos
participantes, existencia del libre acceso a la información y garantía de la
liquidez de las transacciones así como la posibilidad de la libre
convertibilidad de la moneda para atraer a los inversionistas internacionales.
El
Mercado de Capitales y su relación con el crecimiento económico de un país
Hace un poco más de una década,
comenzaron los estudios que relacionan el desarrollo del Mercado de Valores con
el crecimiento económico de una nación[1].
En 1993, los autores King y Levine[2]
establecieron que el nivel de intermediación financiera permitía predecir la
tasa de crecimiento económico, productividad y acumulación de capital. Más
tarde, en el 2003, Carlin y Mayer[3]
concluyeron que existe una fuerte relación entre las estructuras financieras de
un país y su desarrollo económico.
El rol fundamental de las
instituciones financieras es el de distribuir efectivamente los fondos de los
ahorristas en proyectos de inversión que garanticen el mayor retorno marginal
sobre el capital utilizado. Es así que un país que cuente con una
infraestructura financiera sólida y que a su vez pueda invertir en un Mercado
de Capitales bien estructurado, tendrá la capacidad de promover empresas nuevas
que permitirán desarrollar exponencialmente el Producto Interno Bruto de la
Nación.
En un estudio sobre la relación
entre el desarrollo financiero de una nación y su crecimiento económico, Graff[4]
estableció que existen cuatro posibilidades:
1. No es coincidencia que exista
una relación directa entre el desarrollo financiero y el crecimiento económico
de un país. Como ejemplo ilustrativo, en el desarrollo de la economía moderna de
la Europa del Siglo XVII, el crecimiento económico fue producto de factores
reales y el desarrollo financiero surgió como resultado del fortalecimiento de
las instituciones financieras.
2. El crecimiento económico
promueve el desarrollo financiero
3. El desarrollo financiero es una
consecuencia del crecimiento económico debido a que:
a. El desarrollo financiero es una
condición para el crecimiento económico
b. La actividad financiera promueve
el crecimiento económico[5],
siempre y cuando el sistema financiero sea sólido y no existan impedimentos que
frenen el crecimiento económico
4. Si el sistema financiero de un
país es inestable, existirá un impedimento para el desarrollo económico[6]
El desarrollo financiero sirve
como elemento de base para predecir el crecimiento económico de una nación, ya
que los Mercados de Capitales reflejan el valor presente de las oportunidades
de crecimiento a futuro[7].
Más aún, la liquidez que pueda proporcionar un Mercado de Capitales bien
estructurado y eficiente, predice de manera confiable el crecimiento del
Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, así como el crecimiento de la
productividad[8].
Utilizando la información recopilada en 49 países entre los años 1976 y 1993,
los autores Levine y Zervos determinaron que es posible predecir tasas de
crecimiento económico, acumulación de capital y aumento en la productividad
mediante la relación que resulta de la división entre los préstamos otorgados
al sector privado y el PIB, para lo cual es imprescindible que el país tenga un
sistema financiero robusto y un Mercado de Capitales que provee liquidez.
Integración
Regional de los Mercados de Capitales
En nuestro continente es posible
observar lo anteriormente expuesto. Concretamente en Perú, Chile y Colombia,
donde la evolución de acertadas políticas financieras y macroeconómicas junto a
la fortaleza de un sistema financiero suficientemente regulado y capitalizado,
ha permitido que dichos países desarrollen un Mercado de Capitales atractivo
para inversionistas locales e internacionales.
Tal es el éxito que han tenido
las Bolsas de Valores de los tres países anteriormente mencionados, que en el
año 2009 firmaron un acuerdo para constituir lo que hoy se denomina “MILA –
Mercado Integrado Latinoamericano” (www.mercadointegrado.com), donde los
Corredores autorizados tienen acceso a una plataforma común para negociar valores
de los tres países en una sola sede. Adicionalmente, las empresas emisoras que
cotizan sus acciones en sus países de origen, tienen la posibilidad de acceder a
mercados globales incrementando así la demanda por sus activos y captando un
mayor número de inversionistas.
Al mes de Julio del 2012, la
capitalización bursátil del MILA alcanzo $ 684,5 mil millones, de los cuales la
Bolsa de Valores de Perú representó $ 133.8 mil millones, la de Colombia $
249.2 mil millones y la de Chile $ 301.5 mil millones. Tal es el volumen en
transacciones como en dinero que se negocia a través del MILA, que en Agosto
del 2011, el S&P 500 de Estados Unidos desarrollo el Índice “MILA 40” para
medir el desempeño del Mercado de Capitales en Latino América. El S&P/MILA
40 es un índice de capitalización bursátil conformado por las cuarenta acciones
más líquidas y representativas del mercado e incluye aproximadamente el 85% de
la capitalización bursátil del MILA, del cual más del 75% de las acciones de su
canasta cuenta con una liquidez diaria superior al millón de dólares.
Debido al éxito del MILA, las
Bolsas de Valores de México y Brasil han
anunciado su deseo de ser considerados como futuros miembros.
Conclusión
El crecimiento económico a largo
plazo de una nación perfectamente puede ser potenciado por la existencia de un
Mercado de Capitales donde los factores asociados al sistema financiero sean
parte integral del desarrollo de un país.[9]
Más aún, las iniciativas de
integración permiten incrementar exponencialmente lo anterior. Pero éstas son
posibles cuando las instituciones financieras se encuentran bien capitalizadas,
poseen normas operativas cónsonas con los estándares internacionales y existe
liquidez en las transacciones así como la libre convertibilidad de las monedas
utilizadas. Sólo así se atraerá capitales
e inversionistas extranjeros, para fortalecer el crecimiento económico de una
nación.
[1]
King and Levine, 1993; Levine, 1997; Rajan and Zingales, 1998; Filler,
Hanousek, and Campos, 1999; Arestis, Demetriades, and Luintel, 2001; Calderon
and Liu, 2002, Carlin and Mayer, 2003
[2]
King, R.G.; Levine, R. (1993) Finance and
Growth: Schumpeter Might Be Right, The Quarterly Journal of Economics, MIT
Press, 108(3), pp.717-737. Levine, R. (1997) Financial Development and Economic Growth: Views and Agenda,
Journal of Economic Literature, 35, pp.688-726
[3]
Carlin, W.; Mayer, C. (2003) Finance,
Investment, and Growth, Journal of Financial Economics, 69, pp.191-226
[4]
Graff, M.A. (1999) Financial Development
and Economic Growth - A New Empirical Analysis, Dresden Discussion Papers
in Economics No. 5, http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm? abstract_id=258928,
[accessed 19 September 2012]
[5]
Thornton, J. (1995) Financial Deepening
and Economic Growth in Developing Countries, Economia Internationale,
48(3), pp.423-430
[6] Stiglitz,
J. (2002) Globalization and its
Discontents, New York, WW Norton Company.
[7]
Rajan, R.; Zingales, L. (1998) Financial
Dependence and Growth, The American Economic Review, 88, pp.559-586
[8]
Levine, R. (1997) Financial Development
and Economic Growth: Views and Agenda, Journal of Economic Literature, 35,
pp.688-726. Levine, R.; Zervos, S. (1998) Stock
Markets, Banks, and Economic Growth, American Economic Review, 88,
pp.537-558
[9] Levine,
R.; Zervos, S. (1996) Stock Markets,
Banks, and Economic Growth, Policy Research Working Paper, The World Bank.